En su primer discurso tras su juramentación para un segundo mandato consecutivo, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, enfatizó el reconocimiento global hacia su gobierno y delineó una nueva agenda centrada en sanar la economía del país, tras haber erradicado lo que él denominó el “cáncer de las pandillas”.
Durante la sesión solemne de investidura presidencial, Bukele destacó la visita sin precedentes de delegaciones internacionales como un respaldo a su administración. “Ha venido el mayor número de delegaciones que este país ha recibido en su historia. Este gobierno ha sido reconocido por el 100% de los países del mundo”, afirmó.
El mandatario atribuyó estos logros al apoyo del pueblo salvadoreño y a las decisiones tomadas durante su primer mandato, especialmente en el ámbito de la seguridad. “Hace 5 años les pedí que confiaran en las decisiones que íbamos a tomar, aunque sonara a medicina amarga. Este pueblo tomó la decisión de seguir al pie de la letra la receta y juntos nos libramos del cáncer de las pandillas”, declaró.
Con la seguridad considerada como una prioridad abordada con éxito, Bukele señaló que el nuevo desafío será revitalizar la economía del país. “Ahora, que ya arreglamos lo más urgente, que era la seguridad, vamos a enfocarnos de lleno en los problemas importantes, empezando por la economía”, anunció.
En cuanto a su estrategia para abordar esta crisis económica, Bukele delineó tres aspectos clave: la guía de Dios, el trabajo incansable del gobierno y el apoyo inquebrantable del pueblo. “El Salvador necesita tres cosas para curarse de la economía: uno, la guía de Dios; dos, el trabajo incansable del gobierno; tres, que el pueblo vuelva a defender a capa y espada cada una de las decisiones que se tomen”, enfatizó.
En este contexto, el presidente reafirmó su compromiso con un enfoque audaz y determinado para abordar los desafíos del país. “Así como hicimos este país seguro, así lo haremos próspero”, concluyó Bukele en su discurso de investidura.