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Se estima que economía de Guatemala cierre este año en niveles normales

La actividad económica de Guatemala creció 4.1 % en el segundo trimestre de este año, pero cerrará con un nivel general de precios de dos dígitos, según análisis de los economistas Maynor Cabrera, investigador de la Fundación Economía para el Desarrollo, y Paul Boteo, director ejecutivo de la Fundación Libertad y Desarrollo, quienes informaron al medio Prensa Libre sobre las expectativas de cierre del presente ejercicio fiscal, así como una ligera revisión de lo que se espera para el 2023.

Efectos externos, como los controles de precios vía tasas de interés y el conflicto internacional, continuarán incidiendo en Guatemala, señalaron Cabrera y Boteo, ya que el año ha estado marcado por una alta inflación que hace mucho tiempo no se había visto y está golpeando la economía familiar, marcando como el impulsor de todo esto el precio del petróleo, que ha estado a la cabeza.

Es por ello que la política monetaria ya empezó a dar signos de cierta contracción, debido a que no se actuó a inicio de año y se empezó con una mala medición de precios.

Los analistas explican que en este año la economía regresa a su condición normal, luego de que en 2021 supuestamente se había llegado a una tasa de crecimiento del 8 % con indicadores históricos; sin embargo, lo que ocurría era la recuperación de una caída fuerte en el 2020, “así que en el 2022, estamos volviendo a la tendencia. En los últimos meses, la economía se ha desacelerado ligeramente y por eso uno se da cuenta de que las cifras del índice mensual de la actividad económica (Imae) – 3.9 % a agosto – es cercana al promedio de 2018 y 2019” afirman.

De acuerdo al criterio de los economistas mencionados, hay diversos factores que inciden en todo este comportamiento, pero el más importante es el de las remesas familiares, las cuales han crecido fuertemente, aunque están dejando de hacerlo como se venían observando.

El mismo comportamiento se está dando en la construcción, que venía bastante fuerte, pero hoy pareciera que está llegando a un límite y lo más probable es que no crezca tanto. En el sector externo, las exportaciones han estado, bastante bien por segundo año consecutivo.  Estos tres factores han favorecido a la economía nacional, pero en los próximos meses tampoco se observarán crecimientos tan altos..

Según el estudio que se realizó, para el futuro próximo será clave lo que esté pasando afuera, ya que hay una gran incertidumbre de que la economía mundial se enfriará sobre todo en el 2023 y en el caso de Guatemala, que es una economía pequeña y dependiente, podría seguir esa tendencia.

Se debe observar también la dinámica en la economía de Estados Unidos, aunque ya se sabe que habrá una desaceleración, incluso si la Reserva Federal (Fed) sigue ajustando las tasas de interés.

En las últimas semanas también han observando una subida en el tipo de cambio, que estuvo contenida durante mucho tiempo y ni si quiera se observó durante la pandemia, pero es algo que también ocurre en varios países de la región, ya que el dólar se está fortaleciendo a nivel internacional por la política de incrementos de tasas de la Fed y el quetzal se ha ido debilitando ligeramente.

Se espera que el próximo año no sea “tan bueno como este” y se espera que la economía guatemalteca crezca menos. Por otro lado, hay una gran incertidumbre en cuanto a inflación por el momento, puesto que gran parte de esta ha sido importada y no se sabe lo que pasará entre Rusia y Ucrania.

“La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), está haciendo recortes muy fuertes, por lo que es difícil volver a tener los niveles inflacionarios previos a la pandemia. A nivel local, se ha tratado de apoyar con subsidios, aunque no tengan resultados efectivos, y la población está a merced de esto. También habría que ver cómo se comportan las remesas”, indican Cabrera y Boteo.

Finalmente, ambos consideran que la economía local cerrará con una desaceleración importante, algo que se reflejó en los últimos datos del Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), pues ya se observó en los primeros meses creció por arriba del 4 %, y en junio y julio bajó. “Pareciera que la tendencia se va a acentuar y la expectativa es que en el último trimestre se cierre alrededor del 3 %. Esa ya es una desaceleración respecto al inicio”, concluyen.