El módulo de retorno de la sonda china Chang’e-6 ha completado con éxito su misión al regresar hoy martes a la Tierra, transportando las primeras muestras recolectadas en la cara oculta de la Luna.
La cápsula de retorno aterrizó con precisión en el área designada en la bandera de Siziwang, ubicada en la región autónoma de Mongolia Interior, al norte de China, a las 14:07 (hora de Beijing), operando sin contratiempos, según informó la Administración Nacional del Espacio de China (CNSA).
El proceso de retorno comenzó cuando el vehículo de retorno se separó del orbitador a unos 5,000 km sobre el Atlántico Sur, ingresando luego a la atmósfera terrestre a las 13:41, alcanzando una velocidad de casi 11.2 km por segundo y una altitud de unos 120 km. Tras una desaceleración aerodinámica inicial, la cápsula planeó en línea descendente antes de desplegar un paracaídas a unos 10 km del suelo, logrando un aterrizaje suave y preciso en el área predeterminada, donde fue recuperada por un equipo de búsqueda.
Una vez en Beijing, el vehículo de retorno será abierto para entregar las muestras lunares a un equipo de científicos, quienes iniciarán su almacenamiento, análisis y estudio detallado, como explicó la CNSA.
La misión Chang’e-6 ha sido una de las más complejas de China hasta la fecha, compuesta por un orbitador, un módulo de aterrizaje, un módulo de ascenso y un módulo de retorno. Lanzada el 3 de mayo de este año, la misión ha superado varias etapas clave, incluyendo la transferencia hacia la Luna, el descenso cercano, la órbita lunar y la crucial recolección de muestras en la Cuenca Aitken del Polo Sur, en la cara oculta lunar, el 2 de junio.
El 4 de junio, el módulo de ascenso despegó con las muestras y se acopló con éxito al orbitador-módulo de retorno dos días después. Tras separarse del orbitador, el módulo de retorno completó dos maniobras de transferencia Luna-Tierra antes de llevar las valiosas muestras de regreso a nuestro planeta.
Este hito histórico no solo marca un avance significativo en la exploración lunar, sino que también promete nuevas revelaciones sobre la evolución lunar y sus misterios. La colaboración internacional, que incluyó cargas útiles desarrolladas conjuntamente por científicos chinos y extranjeros, abre nuevas puertas para la ciencia lunar global y promete contribuciones significativas a nuestra comprensión del sistema Tierra-Luna y el espacio profundo.
