El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha presentado una demanda contra Visa, acusándola de mantener un monopolio ilegal sobre las redes de tarjetas de débito en el país. La querella, presentada en una corte de Nueva York, sostiene que las prácticas de Visa han generado cargos adicionales por miles de millones de dólares para los consumidores y empresas estadounidenses, además de obstaculizar la innovación en el ámbito de los pagos por débito.
El fiscal general Merrick Garland afirmó que “Visa ha ganado ilegalmente el poder de cobrar cargos que exceden por mucho lo que podría cobrar en un mercado competitivo”. Según la demanda, Visa cobra aproximadamente 8,000 millones de dólares anuales por el uso de su red en Estados Unidos, a partir de un volumen total de pagos procesados que globalmente asciende a 12.3 billones de dólares al año.
El Departamento de Justicia argumenta que Visa impone acuerdos excluyentes a comerciantes y bancos, penalizando a los clientes que optan por otras redes de débito o sistemas de pago alternativos. Además, se denuncia que Visa intenta neutralizar amenazas potenciales a su dominio del mercado provenientes de empresas tecnológicas y startups a través de acuerdos de asociación, en lugar de permitirles competir de manera directa.
Visa también establece mínimos de volumen a procesar, lo que castiga a negocios y bancos que eligen utilizar a competidores, incluso cuando estos ofrecen precios más bajos. A través de estas tácticas, Visa ha logrado mantener lo que el Departamento de Justicia describe como una “enorme fosa” de protección alrededor de su negocio, permitiéndole obtener jugosas ganancias.