Vodafone España ha informado este miércoles a los sindicatos del inicio de un procedimiento de despido colectivo que afectará potencialmente a un máximo de 1.198 empleados, convocándolos para comenzar el periodo de consultas.
Vodafone España considera que esta medida es la única fórmula para garantizar la viabilidad y competitividad futura de la empresa, y asegura que aborda el procedimiento con una actitud “responsable y dialogante”, buscando alcanzar el mejor acuerdo posible para todas las partes.
La compañía justifica el despido de hasta casi 1.200 empleados por razones “económicas, productivas y organizativas” debido al fuerte deterioro financiero y comercial. Recuerda que sus ingresos totales han caído un 8 % y que ha perdido aproximadamente 400.000 clientes de contrato en los dos últimos años.
Vodafone España señala la necesidad urgente de efectuar un cambio organizativo y operativo para redimensionar la organización, adaptarse a la nueva realidad del mercado y recuperar la competitividad. Asegura que este procedimiento no afectará ni a la calidad del servicio ni al soporte que se presta a los clientes.
El despido colectivo anunciado llega poco después de que una nueva dirección se haya puesto al frente de la compañía tras la toma de control por parte de Zegona, cuyo plan industrial se basa en “un nuevo modelo organizativo que ayude a garantizar la viabilidad del negocio”.
El sindicato mayoritario en Vodafone España, UGT, critica que una vez más se repite en una empresa del sector de las telecomunicaciones la voracidad de una dirección incapaz de idear soluciones reales a los problemas y la inacción de una administración que no solicitó ninguna garantía para el empleo en la aprobación de la venta de Vodafone España a Zegona.
Según UGT, Vodafone será estudiada en las facultades de Economía como un ejemplo de cómo la mala gestión puede dilapidar el valor de una compañía que llegó a ser líder mundial entre las operadoras de telecomunicaciones. UGT denuncia la falta de visión estratégica, incapacidad para leer la evolución del mercado, desprecio a la innovación y servilismo ante la voracidad de los accionistas, lo que ha llevado al grupo a una situación de desguace.
Por su parte, fuentes de CCOO lamentan que la nueva dirección no haya tomado tiempo para conocer más la compañía y las funciones de cada empleado antes de plantear el despido de hasta 1.200 trabajadores. Además, recuerdan que este ERE se suma a una larga lista de ajustes de personal en Vodafone España desde 2013, que han dejado muy mermada a la plantilla.
UGT, como marca la ley, negociará de buena fe para minimizar el impacto sobre el empleo y maximizar las condiciones para las personas afectadas, mientras que CCOO ve “muy difícil” llegar a un acuerdo. La mesa de negociación se constituirá en un máximo de 15 días, según informan los sindicatos.